Fran:
El día que nos cruzamos la mirada, nos dimos cuenta de que hablábamos el mismo idioma. Me costó convencerte de que éramos unos afortunados al encontrarnos.
También, de que podríamos caminar juntos y que tendríamos una vida llena de felicidad. No me equivoqué al verte, supe al momento, que eras un buen hombre y que quería pasar el resto de mi vida contigo.
Nos tocó vivir una época donde teníamos que esconder y disimular nuestras caricias, tanto así, que no sabíamos caminar cogidos de la mano en público.
Nos presentábamos como “mi amigo” o con un “mi compañero de piso” y aún así, éramos felices. También nos ayudó que nos sentíamos muy arropados por nuestras familias y nuestros amigos, ese fue nuestro escudo.
Recuerdo como si fuera ahora, el día que me pediste matrimonio. Me brotó al instante el llanto de alegría al ver las alianzas. Estuvimos una semana temblando. Nos cambió la vida.
Ahora nos llamamos marido y nos presentamos también así.
No sé por qué, siempre ponemos una canción en nuestros momentos, para la boda elegimos “QUIERO” de Rosana, no se lo dijimos a nadie, aún por pudor, nos la guardamos en secreto.
“Te voy a dar una casa de amor, pá que la vivas conmigo.
Un corazón en la puerta.
Una canción al oído.
Una mirada bonita.
Un sufrimiento prohibido.
Y un arco iris de luna, pá cuando sueñes conmigo”
Han pasado 30 años y aún seguimos hablando el mismo idioma, cuando nos cruzamos la mirada.
TE AMO , mi querido gran hombre
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Juan:
Las cosas importantes de la vida, no son cosas, son momentos, emociones, recuerdos, lecciones…
Lo vivido ayer, ha sido uno de los días más importantes de mi vida, junto al ser, que me lo ha dado “TODO”, junto a seres que nos quieren con el corazón.
Muchas “GRACIAS” Fran
…FIN…